Tras el peazo de viaje que os contamos en el post anterior, llegamos a Arequipa a las 6 de la mañana. Desde la estación de bus fuimos a la Plaza de Armas (a unos 25 min andando) y buscamos una cafetería con wifi, porque habíamos encontrado una chica por Couchsurfing para dormir en su casa pero no nos había mandado la dirección. Esperamos un par de horas pero la mujer no nos contestó así que decidimos irnos a un hostel, “La Posada del Virrey”, bastante económico (20 soles pers/noche), agua caliente, cama cómoda y buena señal de wifi.

Dejamos la mochila y nos acercamos a la Plaza de Armas para unirnos a un Free Tour que nos enseñó lo mejor de la ciudad y nos contó su historia. Bastante interesante.

Arequipa es una ciudad rodeada por tres volcanes, el Pichu Pichu (5.664 m.s.n.m.), el Chachani (6.075 m.s.n.m.) y el Misti (5.822 m.s.n.m.) el único que sigue activo, además de verse afectada diariamente por movimientos sísmicos casi imperceptibles. El centro de la ciudad está construido por sillar, piedra volcánica blanca que le da un encanto especial a la ciudad y su sobrenombre.

Como veníamos de un largo viaje nos fuimos pronto a dormir. Al día siguiente (15 de mayo) disfrutamos de la ciudad con tranquilidad. Entramos en el convento de Santa Catalina (Visita Obligada), un convento que abarca dos cuadras y que se trata de una pequeña ciudad rodeada por cuatro paredes. En la actualidad existe una parte para las monjas de clausura (18 monjas) y el resto está abierto al público. Puedes pasear por sus calles con nombres españoles como Calle Burgos, Sevilla o Granada. Visitar las casas que las antiguas monjas tenían (vivían como reinas), todo con un aire colonial y andaluz.

Fuimos al mirador de Yanahuara, donde las visitas son espectaculares. Entramos en la Catedral y probamos el Rocoto Relleno (Pimiento relleno) en una picantería tradicional, para nosotros es la comida peruana que menos nos ha gustado hasta el momento.

Tras mucho pensarlo, decidimos ir al Cañón del Colca, ¿por qué dudabamos? Su alto precio. El Tour costaba 55 soles y la tasa de entrada ¡70 soles! En 2012 la tasa pasó de 35 soles a 70 algo que no gusta ni al turista ni a los organizadores de tours porque echa para atrás a muchos viajeros. Pero ya que estábamos aquí decidimos ir para allá.
El bus nos recogió a las tres de la mañana y Manu pecó de guiri. La guía nada mas vernos nos preguntó ¿llevan ropa de abrigación? Las temperaturas hasta la fecha habían sido de 25º lo que no pensamos fue que íbamos a subir a zonas de 3.000 y pico metros de altura… Vamos que Manu fue con pantalones cortos y pasó un poco de frío, menos mal que fuimos con el abrigo (porque la guía nos lo dijo).

El tour fue bastante interesante y pudimos ver el vuelo, mejor dicho sobrevuelo, de los cóndores, una bonita experiencia. En definitiva, el tour está bien pero el precio de la tasa es excesivo, por lo que nosotros no lo recomendamos a no ser que vayáis con dinero ilimitado.


Volvimos a Arequipa y nos montamos en un bus dirección Cusco, ¡el Machu Picchu nos esperaba!
es que sois unos guiris¡¡¡¡¡