Antes de llegar a Copacabana hay que pasar la frontera a Bolivia, allí tuvimos que enseñar el pasaporte y el policía de turno nos denegó el acceso porque no teníamos sello de salida de España…nos mandó a Migración y la muchacha nos selló el papel sin problema alguno.
Para llegar a Copacabana tuvimos que hacer un poco de rally porque la carretera principal estaba cerrada y el conductor no sabía muy bien por donde ir, pero llegamos sanos y salvos.
Encontramos un hostal por 20 bolivianos (2€), cenamos nuestra primera comida típica boliviana, Pique Macho, y nos fuimos a dormir. Últimamente nos dormimos a las 10pm…terminamos siempre reventadicos de tanto viaje.
Al día siguiente por la mañana fuimos a la Isla del Sol en la parte boliviana del Lago Titicaca y también nos defraudó un poco.
De primeras segun llegas te espera un guía local, casi sin bajar del bote ya te está atosigando. Nosotros decidimos hacerla por libre. Pagamos 10 bolivianos para visitar la parte Norte de la isla. Incluían unas ruinas que comparadas con las de Cusco son minúsculas. Pero son importantes porque según las creencias Incas ahí está la piedra desde la cual se creó el mundo y también esta la piedra Sagrada que le dio nombre al lago.



Decidimos hacer el trekking para cruzar la isla, andamos hacia la parte Sur y a mitad de camino nos encontramos en lo alto de una cima con un punto de control que nos hizo pagar otros 15 bolivianos por andar por el camino (pagar por andar, Manu se reveló contra las señoras por todos los turistas que estaban allí) y al llegar al Sur otros 5 bolivianos por entrar al pueblo. Las vistas eran impresionantes pero no había nada especial y empezó a diluviar así que cambiamos los planes de quedarnos a dormir en la isla y volvimos a Copacabana.





Dimos una vuelta por el pueblecito y cenamos (la verdad es que Copacabana tampoco tiene nada, es un sitio de tránsito).
Next stop…LA PAZ.