Nos levantamos a las 9.00 con ganas de disfrutar el día, justo acababa de llegar un holandes Mark, perdón canadiense pero de familia holandesa y junto a él y Alejandro, un español que fue a por una entrada a la casa, nos fuimos a Pelourinho, donde estaban los holandeses, ¿Por qué no fuimos con los españoles? Porque estaban lejísimos.
¡Qué bien se lo montan los holandeses! Montaron un escenario, con dj y animador, además de un bus. También organizaron un camping para los aficionados.


A Brasil han venido más de 30.000 holandeses y tenemos que decir que son muy simpáticos y amigables. Nos lo pasamos muy bien con ellos. Siguieron a su bus mientras que el medio centenar de españoles que estaban en Pelourinho nos dirigimos al estadio.


La experiencia de vivir un mundial es una pasada, el ambiente es increíble, una sensación única que nunca olvidaremos. Y el partido… mejor no hablar del partido, pensabamos que nos iban a meter 8, por Dios que mal jugamos la segunda parte.

Después del partido volvimos a Pelourinho y estuvimos de fiesta con los holandeses, si, nos fuimos de fiesta, por muy mal resultado que fuera 1-5 no nos quitaba las ganas de disfrutar Salvador! Los holandeses se mostraron muy respetuosos con los españoles, ni ellos se lo creían.
Trás bailar un poco de forró, ritmo tipico de esta zona de Brasil, nos fuimos a casa, estábamos empapados, no paró de llover en toda la noche.
A la mañana siguiente nos levantamos con una mala noticia. Alguien había entrado en el porche de la casa y se habían llevado tres pares de chanclas y unas zapatillas (llovía así que teniamos que dejar los zapatos fuera para no manchar el suelo). Entre ellas estaban las de Manu, que se quedó sin zapatillas ni chanclas. Las de Isa ni las tocaron, parece ser que los ladrones tenían el pie grande.
Al pobre Manu le tuvieron que dejar unas chanclas para ir a comprarse otras. Ya con calzado propio nos fuimos con Mark, el canadiense, y Pack Man, un francés que estaba en nuestra”casa-hostal”, al centro a hacer el free tour pero se puso a diluviar y el tour lo cambiamos por unas cervezas en un bar y un partido.

Ya por la tarde visitamos el centro de Salvador tranquilos y nos fuimos a la Fan Fest a ver el siguiente partido cual fue nuestra sorpresa que no lo ponían! (Sólo ponían los partidos de Brasil y los de Salvador) así que tuvimos que volver al centro y verlo en una terraza.

Para terminar el día volvimos a bailar un poco de forró, nos tomamos unos chupitos en casa y a dormir!
El 15 de Junio nos fuimos con Pack Man al aeropuerto a eso de las 12. Los alemanes que entraron en la casa y a los que vendimos el colchón nos dijeron que a todos los alemanes que estaban llegando le regalaban cerveza. Así que pusimos acento muniqués y nos llevamos un par de rondas gratis.
En el aeropuerto tienen la Budweiser fan zone, con teles, y juegos y sofas así que la espera no fue muy dolorosa.